Los diarios más importantes de las islas británicas están reseñando la reciente publicación de This is Europe: The Way We Live Now: un grueso libro de 512 páginas (tapa dura o blanda a elegir) que, como su título sugiere, pretende dibujar un retrato de la forma en que vivimos en nuestro continente. Un retrato que tiene 23 caras.

«¿Qué significa ahora llamarse europeo? ¿Quién forma esta población de alrededor de 750 millones de habitantes, extendida de Irlanda a Ucrania, de Suecia a Turquía? «Quién la ha llamado siempre hogar y quién acaba de llegar de algún otro sitio? ¿Quiénes son las personas que conducen nuestros camiones de larga distancia, nos asisten en los vuelos que se entrecruzan, elaboran con amor nuestros vinos heredados, pescan en nuestras aguas agotadas, y arriesgan la vida misma en la búsqueda de seguridad y un nuevo comienzo?». Son preguntas contenidas en la solapa.

The Guardian, Financial Times, The Times, Evening Standard, The Irish Times, The Jewish Chronicle, The Spectator… Pinchad si queréis por los distintos enlaces y os conducirán a diferentes críticas literarias, elogiosas sin excepción. El volumen está dividido en 23 capítulos y cada uno lleva el nombre de un lugar, como si fueran 23 chinchetas clavadas en el mapa de Europa.

Y claro. Es evidente. Si lo hemos traído hoy aquí, solo puede significar una cosa.

Ocupamos todo un capítulo.

El penúltimo.

El autor del libro se llama Ben Judah. Nacido en Londres en 1988, nos hallamos ante un prestigioso periodista educado en la Universidad de Oxford, colaborador de un selecto conjunto de medios (del New York Times al Sunday Times, de la CNN a la BBC) y autor de tres libros: Fragil Empire (2013), This Is London (2016) y el que tenemos presente. La célebre revista Forbes lo incluyó en el año 2016 entre las 30 personalidades menores de 30 años a tener en cuenta en Europa.

«Inicialmente quería escribir un libro sobre Francia. Pasé varios meses en Francia informándome e investigando, y me di cuenta de todas las cosas que me interesaban —todos los temas sobre la vida cotidiana, sobre cómo el panorama cultural europeo estaba siendo transformado por la migración, la tecnología, el cambio climático, las cadenas de suministro, los efectos colaterales de las guerras en la región más amplia de Europa— no podía contar esas historias en Francia. Eran todas historias continentales». Así se explica Ben Judah en la entrevista que le hace la revista estadounidense Time, tal vez la más influyente del mundo.

De esta forma, lo que inicialmente iba a ser una radiografía en primera persona del país galo se convirtió en un polidriédico examen del basto continente por medio de la visión individual de 23 seres humanos: el refugiado sirio que se reinventa como estrella porno en Budapest, el estresado práctico de puerto en Rotterdam, la estudiante de Erasmus que suspira en Estambul por su novio austriaco, la joven que deja a su hijo para irse a cocinar para los soldados ucranianos en Avdiivka, último bastión de la región de Donetsk…

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«Cada persona en el libro está tratando de contar una historia sobre cómo sienten que Europa está cambiando drásticamente», prosigue el autor en su entrevista. «Europa es muchas cosas. Europa es una idea. Hay una Europa mental hecha de escaparates y olor a café y vacaciones de verano, y creo que la Europa mental se está alejando cada vez más de la Europa en la que realmente vivimos (…) Creo que vivimos en un tiempo y en un espacio y en un sistema tecnológico que nos aleja a todos y nos lleva a una situación en la que sabemos cada vez menos de las personas que están fuera de nuestra propia red.»

[Al hilo de las reflexiones de Judah, os damos otra recomendación literaria en torno a la misma temática, pero en forma de novela: Grand Hotel Europa, del holandés Ilja Leonard Pfeijffer, publicada en español por la editorial Acantilado. No os arrepentiréis de leerla.]

Bueno. ¿Y qué hay de Corrubedo? ¿Quién es la persona retratada?

Nos vais a permitir mantener el misterio. Baste decir que es una de las figuras aludidas en la solapa del libro («…pescan en nuestras aguas agotadas…») y que sale en una foto en blanco y negro prácticamente de espaldas en nuestra playa das Furnas.

A lo largo de 21 páginas (de la 459 a la 479), This is Europe rememora las peripecias de su vida en el mar, sus bondades y sus muchas miserias, con hincapié en un episodio concreto con final amargo. No nos vamos a explayar mucho más sobre este hombre a quien el texto llama por uno de sus apellidos y que, sí, lo vemos a menudo cuando bajamos al puerto.

Sólo unas líneas que nos saben a la melancolía del monólogo final del replicante de Blade Runner, nos saben a lágrimas en la lluvia:

«Ha visto tantas cosas en su vida.
Ha visto delfines cazando con humanos en la costa de África. Ha visto ballenas jorobadas saltando con focas en la punta de Chile, sus cabezas dentro y fuera del agua como si hubiera un ritmo que sólo ellas conocen. No quería ser la última generación en ver todo esto. Como si todo hubiese sido en vano. Como si el hombre sólo estuviese aquí para escribir un informe sobre este mundo moribundo.
‘Está casi exterminado. Sobreexplotado’
‘Todo él. Todo él’»