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El barco que sí fue

Los incondicionales de El Diario de Santiago lo leyeron el sábado 12 de enero de 1878. Había 450 personas a bordo. Nadie sobrevivió.

Un naufragio que no figura en los rankings. De ser cierta, sería la mayor tragedia registrada en los bajos de Corrubedo, mucho más funesta que la del malhadado Salier (282 víctimas). Y sería la segunda de toda la Costa da Morte, solo rebasada por el arrogante Captain (de 453 a 482 muertos).

¿Ocurrió realmente? ¿Existió un vapor llamado Frise atiborrado de tesoros cuyo destino se truncó el día en que tropezó con los escollos del cabo?

No.

Pero algo hubo.

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El Diario de Santiago, 12 de enero de 1878

El Frise provenía de La India con un «riquísimo cargamento». Palabras textuales plasmadas en un fajo de periódicos: Gaceta de Madrid, La Imprenta, La Correspondencia de España, El Imparcial, La Lucha, El Siglo Futuro, Crónica de Cataluña, El Pabellón Nacional… El nombre del navío pudo ser confirmado porque estaba escrito en un salvavidas que había sido recogido en alta mar junto a una paca de tabaco cuyas iniciales —aquí está el quid— eran las mismas que las de otros fardos que habían ido a varar a las playas de Corrubedo.

Al parecer, iban muchas mujeres y niños a bordo acompañando a militares y empleados que regresaban a Europa desde Asia, según se había escrito en la vecina Portugal.

Días después, una nueva información afina datos:

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La Voz Montañesa, el 22 de enero de 1878

Viajaban 50 soldados, 200 particulares, varias familias de militares, 70 mujeres, 33 niños y numerosa tripulación. Lo leemos en el periódico santanderino La Voz Montañesa, que se hacía eco de lo publicado en la revista semanal coruñesa El Comercio Gallego.

El vapor procedía de la India Neerlandesa, es decir, de la actual Indonesia, dominada entonces por los Países Bajos con el barbudo Guillermo III como rey. Había zarpado de su capital, Batavia —hoy, Yakarta— con destino a Den Helder en Holanda septentrional.

Y con esta precisión, publicada el 22 de enero, se agotan las alusiones al Frise en la prensa española.

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Leidsch Dagblad, el 21 de enero de 1878

Resolvemos el enigma gracias a los periódicos del país holandés. Sirva de ejemplo este extracto aparecido en el Leidsch Dagblad, rotativo con sede en Leiden que se hace eco de la noticia contenida al respecto en el madrileño El Imparcial, el cual el 16 de enero había repetido prácticamente con las mismas palabras el texto de El Diario de Santiago que colgamos arriba.

La clave está en la segunda frase. «Er is geen twijfel, of de «Friesland» is bedoeld». En castellano: «No hay duda de que se refiere al «Friesland»». Fin del misterio.

El recorte alude al SS Friesland, el vapor de la compañía Rotterdamsche Lloyd que naufragó el 5 de diciembre de 1877 en el bajo Rinchador, dejando 144 muertos y ningún superviviente: un suceso del que la prensa española no había informado porque —lo estamos comprobando— se había embarullado, confundiendo el nombre del barco e inflando la cifra de víctimas para desorientar a futuros fisgones de hemeroteca que, como nosotros, quisieron abarcar con la vista las dimensiones de una tragedia que al final no fue, pero sí.

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