
Lejos. Muy lejos. A una distancia abismal de nuestro puerto ha ocurrido algo que vamos de reseñar..
Porque Corrubedo es un pueblo, Corrubedo es un cabo, Corrubedo es un parque natural… pero Corrubedo es también una referencia geográfica obligada si estamos hablando de las cosas del mar… Y ayer, miércoles 18 de abril de 2018, algo de eso hubo, según tuiteó el Servizo de Gardacostas de Galicia.
El percance sucedió «a 35 millas de Corrubedo».
Lo desayunamos esta misma mañana con Faro de Vigo. Una noticia escueta, sin apenas más sustancia que los 188 caracteres que ocupó el mensaje canalizado por la red de Jack Dorsey (¿o Noah Glass?).
Resulta que una pasajera británica tuvo que ser evacuada por el helicóptero Pesca 1 mientras el crucero en que viajaba se encontraba a 35 millas náuticas de Corrubedo. La dama [o lady] fue trasladada al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. El centro sanitario recibió a la paciente en su helipuerto y el barco continuó su camino en dirección norte.
Fin. No hay más.

Un poco insulso, ¿no? Tal vez. Es que a nosotros lo que nos sedujo fue la arrolladora personalidad del bajel que trasportaba a esta mujer.
Su nombre, MS Astor.

Posee 176 metros de eslora por 23 de manga y tras la última reforma, emprendida en 2010, cuenta con capacidad para albergar a 600 pasajeros a cuerpo de rey.
Hoy ondea bandera de Bahamas, pero nació en 1987 en Alemania Occidental. Un año después, fue vendido a la ucraniana Black Sea Shipping Company, con base en Odessa, que lo rebautizó con nombre de torturado escritor ruso: Fedor Dostoevskiy. En 1996 recobró su denominación original y desde entonces ha cambiado varias veces de manos, dedicándose en todo momento a los placeres transoceánicos. Está valorado en 65 millones de dólares. Al alcance de una buena quiniela.
Sus veinte minutos de fama saltaron el 28 de noviembre de 2008, cuando dos lanchas somalíes trataron de secuestrarlo en el golfo de Adén mientras viajaban a bordo casi medio millar de pasajeros. Por suerte, andaba por los alrededores la fragata teutona Mecklenburg-Vorpommern, que ahuyentó a los piratas a base de tiros. Quienes iban en el barco de nada se percataron: la música siguió sonando y el champán descorchándose.
Mientras escribimos estas líneas, el lujoso crucero se halla en aguas bastante menos turbulentas. Las del Canal de la Mancha.

Y entretanto, la afligida señora —nuestra anónima Lady Astor— yaciendo en un camastro en Vigo…
Pobriña. Que todo le vaya bien.
Por cierto, vivan las casualidades. ¿Os habéis fijado en los trending topics que aparecen a la derecha del tuit? La semana que viene, si nada se tuerce, un post cuyo título está inspirado en…

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