Ulises quería escuchar el canto de las Sirenas, así que, para evitar su mortífero embrujo, hizo amarrarse al mástil de su barco. Mientras el resto de tripulantes tenía los oídos taponados con pedazos de pan de cera, él, bien atado... Seguir leyendo →
Bob Dylan finalmente lo hizo. Con sus excentricidades, cierto, pero al final el trovador de Minnesota pasó por el aro y plantó sus pies en Estocolmo para recibir la medalla del Premio Nobel de Literatura y, cómo no, los 8... Seguir leyendo →