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Tal día como hoy hace 163 años el faro de Corrubedo empezó a funcionar…

The Nautical Magazine and Naval Chronicle. Abril de 1854. ¡Atención, navegantes del mundo! ¡Una nueva luz alumbra en las costas del Atlántico!

Avanzamos con júbilo por las páginas de esta revista británica especializada en las cosas del mar y nos embebemos en las historias que nos cuentan… Exploramos así las salvajes islas de Vancouver y Queen Charlotte al oeste del Canadá… Leemos un nuevo capítulo del viaje que el HMS Serpent emprendió entre la exótica Hong Kong y la recóndita Australia (no… no es el mismo HMS Serpent que 36 años después se hundiría frente a Camariñas dando lugar a uno de los vestigios más icónicos de la Costa da Morte: el Cementerio de los Ingleses)… Navegamos con el capitán Maguire por el estrecho de Bering a bordo del Plover… Acompañamos a Elisha Kent Kane en su segunda expedición al Ártico buscando al explorador John Franklin desesperadamente (sin éxito)… Y ya casi al final, cuando solo faltan tres páginas para terminar la publicación, nos detenemos en la información que nos concierne:

«LIGHT ON CAPE CORROBEDO, COAST OF SPAIN (ATLANTIC)—[No. 154]—. The Spanish Government has given notice that on the 20th of February a Fixed Light was to be displayed from Cape Corrobedo, in Galicia, on the North West coast of Spain. It will stand in 42º 34′ 38» N. and 9º 4′ 32» W. Greenwich; and being 102 feet above the level of the sea, will be visible from the deck of a moderate sized vessel at the distance of 15 miles.»

Resumiendo y traducida al cristiano: el 20 de febrero último, lunes igual que hoy, festividad de San Eleuterio, San Euquerio, San León, San Serapión y San Tiranión, ha sido encendido un faro de nuevo cuño en el noroeste de España: el del cabo Corrubedo… Ha llegado el momento. Se ha hecho la luz.

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La buena nueva contada en la inglesa The Nautical Magazine

Pues sí. Tuvo que pasar un año y nueve meses desde que empezó su construcción y seis y medio desde que el Plan de Alumbrado Marítimo dispusiera que aquí hacía falta un faro para que la edificación empezase a desempeñar la función para la que fue concebida: dotar de seguridad a la navegación en un mar infestado de escollos y barcos hundidos a través de una luz fija encendida desde el ocaso hasta el alba con alcance de 15 millas.

Y para que quede constancia: el de Corrubedo fue el noveno que alumbró las costas gallegas tras los faros de A Guía (27 de abril de 1844), Torre de Hércules (es romano, sí, pero bajo su configuración actual funciona desde el 4 de junio de 1847), Estaca de Bares (1 de septiembre de 1850), Fisterra (17 de junio de 1853), Illas Sisargas (29 de julio de 1853), Illas de Arousa y Sálvora (ambos, el 19 de octubre de 1853) e Illas Cíes (19 de noviembre de 1853).

[Una advertencia: si indagáis un poco por ahí a lo mejor encontráis documentos o sitios web en los que se indica como fecha de inicio el 20 de febrero de 1853; es un error extendido cuyo origen se remonta al siglo XIX; lo hemos visto ya en la Memoria sobre el progreso de las obras públicas en España en los años de 1859-1860; pero… hacednos caso: el faro se encendió 365 días después]

Nos habría gustado ver una fotografía del edificio en aquella época. Dudamos que exista. Lo que sí tenemos es esta ilustración:

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Cuatro faros que llevan el sello del ingeniero vasco Celedonio de Uribe

Pertenece a la Revista de Obras Públicas y fue publicada como complemento al artículo que con fecha 1 de mayo de 1854 escribió el ingeniero de caminos Celedonio de Uribe (hemos extractado párrafos de este prolijo texto técnico aquí). Junto a la de Corrubedo figuran otras tres señales marítimas que llevan su firma: Estaca de Bares, Cíes e Illa de Sálvora (ojo, en el primero de los casos su diseñador fue Félix Uhagón y Uribe se limitó a dirigir la obra).

Observad el boceto de nuestro faro. ¿No lo encontráis distinto? ¿Dónde está la terraza superior con su característica balaustrada? Al principio pensamos que era una licencia del autor o una forma pautada de plasmar sobre un plano un proyecto arquitectónico… Hasta que después de mucho rebuscar en las hemerotecas digitales descubrimos esta foto:

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Miradlo: es el faro de Corrubedo a principios de los años 20 del siglo pasado

¿Os suena?

En este caso la imagen fue publicada en la revista Vida Gallega en 1921 al calor de la tragedia del vapor Santa Isabel. Habían pasado 77 años desde su debut lumínico y, sin embargo, creemos que su aspecto era muy parecido al original puesto que la obra más importante realizada entremedias en el inmueble fue una reparación hacia 1860. Así que ya veis. No había terraza ni balaustrada, sino un tejado (con chimenea). Y en cuanto a la linterna, salta a la vista que el pico de la torre no es el de hoy…

Ahora ya sabemos que la metamorfosis que le imprimió al faro su apariencia actual tendría lugar en esa misma década de los años veinte. Y nos llama la atención, por cierto, que al igual que nos sucede a nosotros el viejo fotógrafo tuvo que escorarse un poco hacia la izquierda para evitar un galpón… por un momento pensamos que era la misma estructura hasta que reparamos en que la inclinación del tejado está orientada en el sentido opuesto: podéis comparar esta instantánea con la que encabeza el post.

Ojalá pudiéramos deciros aquí cuáles eran los nombres de sus dos primeros torreros (el principal y el auxiliar), los trabajos que tuvieron que afrontar para poner a funcionar el artilugio, su relación con los vecinos… Son datos que no tenemos (todavía) pero somos pacientes… Y además: entretanto nos quedan muchas historias por contar de este símbolo del cabo. Algunas, fascinantes. Por ejemplo y salvo imprevisto, la próxima vez que volvamos a hablar de él será para narrar su experiencia en la Francia del Segundo Imperio.

Sí. Habéis leído bien. El faro de Corrubedo ya estuvo en París antes de que se alzase la Torre Eiffel.

Atentos.

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El skyline de París en el Segundo Imperio: aún no estaba la Torre Eiffel